Un gastronómico “Salvaje”

Por Diego García.
Publicación: octubre 31, 2023.

Tiempo de lectura: 6 minutos.

Fran Giambartolomei nos recibe en su casa. En su patio, para ser más exactos. Patio que, a la vez, es la cuna de su marca y de uno de sus emprendimientos: Fogón Salvaje. El Fogón consiste en recibir y reunir, en un espacio informal, a grupos de amigos y compañeros de trabajo que tengan ganas de encontrarse alrededor de la buena comida. El ahumador es protagonista de la escena, pero también está la parrilla, el horno de barro y la barra. Todo, en un contexto hogareño, desestructurado y que invita 100% a pasarla bien. 

Este emprendimiento es prepandémico y, como todo lo prepandémico, se vio afectado/puesto-patas-para-arriba por la cuarentena. Alrededor de ese tiempo, Fran se empezó a interesar —y luego fanatizar— por el mundo de las hamburguesas. Pero la historia empieza antes…

“En 2013 abrimos Mundo Salad con Juano, que hoy es uno de mis mejores amigos”, dice Fran. Cuenta que el local que hoy es referente en el mundo de las ensaladas y alimentos saludables listos para consumir, surgió luego de un viaje a Méjico, “en el que vimos el modelo de salad bar”. Como en Argentina aún no había nada parecido, fueron hasta Paraguay (“en auto, una locura”) para conocer el local más cercano. “Pegamos buena onda con el dueño, nos trajimos un montón de ideas y abrimos acá en Bahía”. Hoy Mundo Salad sigue siendo un emprendimiento de la familia, a cargo de Abigail, pareja de Fran.  

En la pandemia, entonces, con Fogón Salvaje sin poder operar y Mundo Salad limitado solo al delivery, Fran empezó a interesarse por el mundo de las hamburguesas. “Me encontré con el canal BurgerKid en YouTube, me hice fanático y empecé a probar”. Y el tema está en que, cuando Fran se hace fanático de algo, “no paro hasta encontrar la versión que me vuele la cabeza”.

Así fue: luego de más de 200000 pruebas (sic), y siguiendo los tips que iba grabando en su mente, llegó un día en el que hizo una hamburguesa (pan casero incluido) “y flasheé, porque nunca había comido una hamburguesa así, con un pan bien nube, un medallón que se desarmaba, una mordida genial… me tengo filmado diciendo ‘no puedo creer lo que es esto’”.

Ese momento de apoteosis fue el dia 0 de lo que hoy es Salvaje, una hamburguesería que marcó una inflexión en la escena gastronómica local. “Pregunté en mis redes si comprarían algo así y empezamos a vender desde casa, de a 30, 50 pedidos por día”, cuenta Fran. El propio crecimiento los llevaría a mudarse, primero y brevemente a la cocina de Mundo Salad, para luego desembarcar definitivamente en Gorriti 85, en ese hermoso local que rebalsa de cultura hamburguesera. 

La sensación, al hablar con Fran, es de estar frente a alguien que está en la búsqueda permanente. Inquieto y apasionado, ha recorrido también un camino muy propio en el que busca equilibrar el éxito comercial con lo que no está dispuesto a sacrificar: “busco cosas nuevas, que en general parten de intereses propios, pero luego se concilian también con las necesidades del mercado. Pero en ese recorrido, quiero que el producto siga siendo lo más casero posible, a la vez que replicable para poder comercializarlo”. Ese balance, ese movimiento permanente, parece ser un proceso virtuoso que genera resultados notables como son Fogón Salvaje, Mundo Salad y Salvaje, y los productos que cada uno de estos emprendimientos ofrece. 

“Yo estoy en el desarrollo de productos y también en el marketing, con la cabeza más puesta en Salvaje, mientra que Abi está más en Mundo Salad”, cuenta. La calidad de los productos es clave: “en Salvaje, la carne y el pan no te pueden fallar, porque la hamburguesa es un producto de ingredientes simples; si te fallan esos dos, perdés”. Resalta, además, la importancia de ser conscientes de la estacionalidad de los productos para ofrecer lo mejor que tiene cada época. Entre sus proveedores, destaca otro indispensable de la hamburguesa (la panceta), que la trae desde las Dinas, en Tandil. Sobre ellos, dice que “es la mejor de Argentina y la tenemos acá nomás”. 

Reconoce, Fran, que nunca fue una decisión consciente el dedicarse a la gastronomía. Fue fluyendo por ese lado, disfrutando y probando. Amante de los fuegos y de la cocina al aire libre, encontramos en esta nota a alguien que sin dudas seguirá marcando tendencia en la oferta gastronómica de Bahía: la pasión, el profesionalismo y el amor con el que encara sus emprendimientos, son ingredientes que auguran un futuro de crecimiento del cual seguramente todos los comensales de la ciudad nos beneficiaremos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tal vez te interese

Por Juan Peluffo.
Publicación: octubre 13, 2025.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Pasaron 4 años de aquella visita a la casa de Emilio y Virginia, donde residía el comienzo de Bacano en el seno más íntimo de su cocina. Hoy, con su espacio propio en Juan Molina y Tucumán, nos reencontramos en las vísperas de una fecha especial para la cual prepararon un plato que define la esencia del emprendimiento y, tal vez, trae consigo el significado más puro del avance constante, sin olvidarse de las raíces.

La nota no poseía en sus inicios un plato a remarcar, sin embargo apenas llegar a la “fábrica de alimentos dulces”, tal como la define Emilio, él mismo me comenta sobre la nueva creación del grupo: una torta de nuez especial para el día de la madre, “con ganas que quede dentro de nuestros productos para después venderla”, menciona Virginia.

Es que ambos se complementan en todo, y la explicación de la torta no es la excepción. Ella nos cuenta el lado culinario: la torta se realiza a base de harina de nuez, sin llevar harina “común” ni T.A.C.C. como característica principal. Con una preparación e ingredientes “similares a los de una Marquise”, agrega, tiene dulce de leche por encima en combinación con una crema de queso y frutillas arriba.

Con el placer de haberla degustado, las nueces se esconden detrás de la humedad de la torta sin sentirse al masticar, y su esponjosidad y liviandad sorprenden a la vista engañosa y pesada que puede poseer. Para finalizar, y continuando con la esencia del negocio, los petalos amarillos le dan un color y viveza típico de la epoca primaveral que nos rodea.

Él, por su parte, nos comenta que la idea surge del pensar que “creemos que las familias donde se hace torta, normalmente hay una torta de nuez”, y el sabor se realza más con este condimento. La torta trae al presente aquellos sabores que nos recuerdan al pasado y que, por más que avancemos, siempre los llevamos con nosotros.

Bacano, nos dice Emi, se trata de eso. “Avanzas y querés avanzar, pero miramos para atrás. Lo que más nos contenta es la autogestión”, combinando la vida laboral con la personal. El paralelismo con la preparación es inevitable: la torta de nuez, una preparación llevada a la innovación de sabores, pero trayendo el significado más puro y casero de la pastelería casera. La fábrica es también, un refugio para esta pareja al cual acceden con ganas, aprecio y dedicación, amoldado a lo que buscan como emprendimiento. “Invierto en esa máquina (señalando una batidora) porque me facilita el laburo, pero también porque la miro y me encanta”.

La evolución, aquello que va de la mano con el ineludible paso del tiempo, es algo a lo que “no nos podemos negar”, en palabras de Emilio. La adaptación, tal como la torta, es una necesidad que no puede desprenderse de la esencia. El desafío de estos tiempos es la reinvención siendo puro, desde “meter un roll de canela dentro de una cafetería en Bahía” hasta “hacer lo que tenemos ganas, siempre en un marco estético lo mejor posible, siempre que nos guste, que sea rico, que sea lindo”, describiendo a la perfección la dinámica de esta cocina hace más de 5 años.

Con objetivos claros de “levantar un poquito la persiana”, se concibe que el negocio debe rendirle a “todos”. El ayudar por devolver “la mano tremenda que mi viejo me dio toda la vida” es el paso a seguir, y crecer en base al beneficio colectivo como estandarte es lo que motiva a buscar nuevas recetas, inventar y reinventarse constantemente, con un estilo definido en un ambiente que “es como tu casa. ¿Es una mochila pesada que me pongo?”, y si bien el mismo se responde, su respuesta afirmativa no se condice con su postura erguida y sus manos que, mientras sucede la entrevista devenida en charla de café, no cesan de trabajar en futuras preparaciones.

“Fíjate si uno no evoluciona que hace unos años escuchaba el ‘Pity’ (Álvarez) y ahora El Zar”, comenta entre risas sobre el cierre de la visita. Esquivando las críticas de esta “neo-panadería” y recalcando que “si no hubiese estado bueno, la gente no lo consumiría”, aquella relación entre la torta de nuez y Bacano se resume en la evolución de lo casero; ajustando las 8 horas de trabajo a Felipe que ya en la escuela y sus actividades sigue haciendo de las suyas, y gestionando el tiempo en base a la familia. Esa misma que, en unión y buenas vibras, hoy se ven reflejadas en la torta casi como una descripción de Bacano y la esencia de todo “postre de abuela”: no necesita explicación salvo saber que se hizo con amor.

Bitácora de un tour napolitano

Quiso el destino que este cronista de El Pancito estuviera, por apenas 24 horas, en la bella Nápoles, allí en el corazón del sur italiano. La suerte conspiró para que una sorpresa funcionara y entonces se encontrara, en plena vía […]

Pascuala

Hoy Pascuala es un emprendimiento que ofrece servicio de catering para eventos.Se posicionó rápidamente como una opción diferente, original, y nos interesaba saber dónde estaría el secreto. […]

Black Wolf: un recorrido por la destilería de la Comarca Serrana

En un rincón de veloz crecimiento en Sierra de la Ventana, se encuentra Black Wolf, una destilería que ha logrado hacerse un nombre propio en la producción de bebidas alcohólicas, desde gin hasta whiskey, pasando por ron y cerveza. […]
No hay más entradas para mostrar