Una nota cortita y al pie, para el visitante de Sierra de la Ventana que necesita encontrar la mejor factura para el desayuno y el mejor acompañante de los mates de la tarde.
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Aclaramos, de antemano, que los panificados de Sierra son en general muy buenos. Hay quien dice que es por la calidad del agua de la zona; sin dudas también debe ser porque hay manos maestras que saben lo que hacen. En general son negocios chicos, cálidos, con elaboración artesanal. Es difícil errarle y llevarse una mala experiencia de una panadería de la zona. Acá, humildemente, elegimos lo que más nos gustó en la recorrida de enero.
Facturas: Cumelén (Av. San Martín 135), sin dudas. Son suaves, tiernas y esponjosas. Tienen algunas variedades poco habituales —como vigilantes rellenos de dulce de batata— y la santiagueña es un poema. Aclaramos, sin ánimo de abrir grietas, que en la zona a las facturas con azúcar negra las llamamos carasucias —como corresponde—, y no tortitas negras.
Medialunas saladas: ok, son facturas, pero en general están en otra bandeja, muchas veces fuera del exhibidor de sus compañeras dulces. Nuestra elección, en este caso, es Délices (Av. San Martín 111). Que justo al lado, en el Rey del Jamón, se pueda comprar bondiola y queso para rellenarlas, es una feliz coincidencia.
Sacramentos de jamón y queso. Nos ponemos cada vez más específicos y le damos el voto a Don José (Av. Roca 9). Es una panadería relativamente nueva y está encontrando el camino. Está dentro de las instalaciones del Grand Hotel Sierra de la Ventana; no invita especialmente a entrar, evidentemente todavía la están acomodando, pero la cartelería de la calle no deja lugar a dudas. Los sacramentos son sublimes. Hacen la versión chica (tamaño factura) y la versión grande que vale, al menos, por dos de los otros. Tostarlos al llegar a la cabaña mejora la experiencia aún más, aunque fríos se defienden muy bien. Un secreto: si llegás el martes, que descansa la atención al público, preguntá en el bar del hotel, que probablemente tengan.
Bizcochos (de grasa, manteca y cuernitos): esta elección costó. Hace unos años, esta panadería se hubiera llevado el primer puesto en prácticamente todos los productos. El Nono Frati es de las más tradicionales de la localidad y, en la opinión de este blog, sus bizcochitos siguen siendo los mejores. Del horneado del día depende que los cuernitos gusten más o menos (es cierto, a veces se les secan un poco), pero siempre es mejor, por las dudas, pedir que te mezclen de los tres. Si sobran para el día siguiente, podés ponerles un poco de queso al medio y tostarlos. Resucitan como un campeón.
Al pan lo podemos buscar, sin mayores preocupaciones, en cualquiera de los comercios. En general, como dijimos, es muy bueno. Todas estas panaderías hacen decenas de productos y cada quien sabrá sumar, a esta selección, sus propias opciones. Una sola advertencia: vayan temprano. Hornean una vez al día y en general agotan los productos para mitad de la tarde. Si además llueve o hace frío, la velocidad de venta aumenta considerablemente.
Sierra de la Ventana tiene más panaderías, casas de churros y otros lugares de especialidad para garantizar que la estancia en la comarca sea satisfactoria y acompañe todos los climas. Recorrer las diversas opciones, degustar y elegir, es un lindo desafío para cada visitante. Porque sobre gustos, como sabemos, no hay nada escrito.