Locales y emprendedores
Les Amis, cocina de autor

Un rincón en la comarca serrana, el lugar ideal para una cena de alta cocina.
Tiempo de lectura: 5 minutos
Salimos caminando de la cabaña que nos alojaba en Sierra de la Ventana. La reserva en Les Amis era a las 21.00 y en solo diez minutos cubrimos la distancia que nos separaba de Del Cerro 275. El lugar es la casa del chef, en el bello barrio San Bernardo.
Les Amis es una propuesta de cocina de autor. En este caso, el autor es el chef Esteban Di Paola quien, en 2020, comenzó a ofrecer un menú degustación, por pasos, para todo visitante de la comarca que quiera disfrutar de una muy buena cocina.
El lugar es simple, armonioso y cálido. Es el comedor de una casa moderna, en donde la cocina está integrada, separada apenas por una barra. La capacidad, en tiempos de pandemia, no puede superar los diez comensales.
Los platos que se suceden durante la noche guían por una experiencia totalmente satisfactoria. Son muestras concentradas de creatividad, técnica y sabor.
La copa de bienvenida es acompañada por la panera, que presenta una diversidad de opciones caseras realizadas con masa madre. Tres dips (zanahoria y cilantro, baba ganoush, y humus) completan el primer paso. Nos costó elegir un favorito, pero finalmente ganó el humus, cremoso y muy bien sazonado.
El segundo paso llega con dos platos: por un lado, un gravlax de salmón rosado sobre pan de blinis, crema ácida y caviar cítrico. Dos bocados para cada comensal, con un sabor suave y refrescante. Por otro lado, tuétano grillado y macerado con ajo y perejil, acompañado por un buñuelo de anchoa y chutney de damascos. La presentación, acá, gana puntos: el tuétano lo sirven sobre un corte transversal del mismo hueso del osobuco (caracú), que hace de contenedor. El chutney va perfecto con el tuétano y el buñuelo resulta una muy buena guarnición. La entrada, entonces, está completa y la emoción va in crescendo.
Esperando al tercer paso, el limpia boca es una granita de hibiscus y naranja que refresca y prepara al paladar para lo que sigue.
El tercer paso, el de los platos principales, tiene por un lado sorrentinos de centolla con manteca cítrica y almendras tostadas. Por otro lado, el momento cúlmine de la noche lo da el vacío de ternera braseada con papa y cebolla, ahumada en el momento con madera de manzano. El plato llega a la mesa con su domo y el humo, y el chef se ocupa personalmente de descubrir la sorpresa. Ambos platos, de nuevo, sabrosos, justos en la porción y originales. La manteca de la pasta, inolvidable.
La noche se va terminando y es el momento del cuarto paso. Como ya sospechamos, aquí también será un paso de dos platos: primero, nuestro favorito: un cremoso de marroc que viene acompañado de dos experiencias diferentes, para que cada quien juegue: el plato presenta unas escamas de sal del Himalaya y una porción de reducción de aceto. Combinar el cremoso con uno y otro, y también con los dos juntos, es explorar sabores nuevos que sorprenden. Finalmente, el frozen de maracuyá y wasabi, más fresco y ácido, sobre su tierra de cacao al 70% con naranja, corona una noche perfecta.
Les Amis abrió el 5 de enero su temporada 2021 en Sierra de la Ventana. Esteban y su equipo generan un espacio cuidado, súper ameno y que permite explorar técnicas y sabores poco habituales por estas latitudes. Es una propuesta totalmente recomendable. Su intención es recibir a los clientes toda la temporada de martes a domingo (hasta marzo o abril, dependiendo —claro— de la pandemia), y luego los fines de semana largos y en las vacaciones de invierno. El menú narrado en esta nota seguirá vigente por unos diez días más. El chef lo renovará dos veces por mes, aproximadamente.
Les Amis ofrece algo diferente para Sierra y toda la zona. Es una cocina de altísima calidad, bien ejecutada y con sabores justos. La atención amena y el ambiente agradable hacen que sea un punto que, auguramos, pronto será paso obligado en la región para todos los amantes de la buena comida.
Locales y emprendedores
As de Pica

Tiempo de lectura: 4 minutos
En nuestra ciudad, una iniciativa gastronómica se va instalando a paso firme para satisfacer los gustos más exigentes de los amantes de las tablas de picadas. As de Pica es un proyecto que comenzó de manera casual, cuando Sebastián Alonso y Lola Olivera se vieron en la necesidad de hacerse cargo de una picada para un festejo de año nuevo, ya que su amigo que solía traer los fiambres desde Tandil no pudo viajar. “No nos creían que la habíamos hecho nosotros”, cuentan, cuando el resto de los comensales se sorprendió por la presentación y calidad.

Los inicios de As de Pica como emprendimiento comercial no fueron sencillos, debido a que, dada su pequeña escala, les costaba encontrar proveedores de productos de la calidad que Sebas y Lola pretendían. Sin embargo, con el tiempo y la dedicación, lograron establecer alianzas con proveedores exclusivos, entre los que destacan Cabañas Las Dinas, de Tandil, o Benetti Charcutería, de Morón, garantizando así excelencia en cada una de sus tablas de picadas. “Y seguimos buscando, nunca paramos de buscar, nos gusta ir probando cosas nuevas que nos llegan”, dicen. De Las DInas, por ejemplo, destacan el jamón crudo tipo Westfalia, la longaniza calabresa y el lomo Praga. De Benetti, sobresalen la terrina de cerdo con pistacho, las mortadelas y el salame cítrico con pistacho.
“As de pica” ha logrado posicionarse en nuestra ciudad como una opción destacada en fechas especiales como el Día del Padre, el Día del Amigo y las fiestas de fin de año. En estas ocasiones, los clientes confían en la propuesta gourmet de la iniciativa para sorprender a sus seres queridos con una selección de fiambres y quesos de alta calidad. “Son las picadas que a nosotros nos gustaría comer — dice Seba—, los fiambres que nos gustaría encontrar, no grasosos, bien estacionados”. Lola, además, sostiene que “la mayoría de los productos que trabajamos no están en otras casas locales”. Basta revisar su Instagram para constatar que estas tablas están claramente por encima de la media.

La evolución de “As de pica” no se detiene, y como la mayoría de los emprendedores con los que conversamos, notamos aquí también la inquietud por la innovación, por encontrar nuevos productos. Una de sus propuestas más recientes es la posibilidad de adquirir las picadas en tablas de madera que también sirvan de regalo para el agasajado. Por eso, la idea de “regalar picadas” cobra fuerza con As de Pica.
La pasión por la gastronomía y el compromiso con la excelencia son pilares de As de Pica. Sus comienzos, que ya datan de hace más de cuatro años, los encuentra hoy posicionados como una opción de calidad. El emprendimiento ha logrado ganarse un lugar en el corazón de los habitantes de Bahía que los conocen desde hace tiempo y sin dudas continuará sumando más adeptos. La dedicación y el esfuerzo de Sebas y Lola han sido clave para su éxito, convirtiendo a As de Pica en una opción de confianza para quienes buscan una experiencia gourmet inigualable en casa, para un día común o para un evento extraordinario.
Con cada vez más seguidores y una creciente demanda, As de Pica continúa expandiendo su propuesta. El equipo está trabajando en el desarrollo de nuevos productos y servicios para sorprender y satisfacer aún más a sus clientes. Sin duda, As de Pica se ha convertido en un referente local en el mundo de las tablas de picadas.
Locales y emprendedores
Sabor Urbano

Tiempo de lectura: 5 minutos
“Las empanadas urbanas seguirán estando, porque para los clientes son irreemplazables”, nos dice Daiana, una de las chef. Pocos locales gastronómicos de la ciudad tienen tan asociado un producto a su marca. Las empanadas urbanas, claro está, las encontramos en Sabor Urbano y son un clásico de este local que, con nuevos dueños desde el 20 de enero, ofrece mucho más que empanadas.

Nos encontramos con el nuevo equipo de Sabor Urbano un día de la semana al mediodía y todo estaba en movimiento. “Queremos ser también una opción para los mediodías”, dice Agustina, otra de las chefs del lugar ubicado en Alsina 618. Es por eso que la carta muestra no solo empanadas, sino también pizzas, ensaladas y sanguchería tanto fría como caliente, y muy pronto tendrá disponibles opciones de vianda para todos los días, pensadas tanto para quien está trabajando en una oficina cercana como en quien está en su casa y quiere una opción diferente para comer.
Cuando decimos “todos los días”, somos literales: podemos pedir en Sabor Urbano de lunes a lunes, mediodía (de 11.30 a 14.30) y noche (19.30 a 23.30). Los pedidos se hacen en el mismo local, por WhatsApp o por PedidosYa, según la conveniencia y la necesidad de cada uno. El lugar fue renovado y adecuado a todas las normas vigentes, para que el equipo —guiado por los valores de compromiso, respeto y compañerismo—, pueda dar lo mejor de sí a la clientela.
Pasemos; ahora sí, a degustar. La charla la mantuvimos con Dai, Agus y Diego, un miembro más del equipo Urbano. A cada uno le preguntamos, primero, por la empanada favorita del menú. Y después, por cualquier otro plato de la carta que no sea empanadas.
Nos armaron una tríada de empanadas “cerdo con ananá, pollo al disco y pollo Strogonof”. Daiana optó por “wok de vegetales y la Urbana de atún, que empezamos a hacer para Semana Santa, gustó mucho y se quedó”. Agustina, por su parte, se la juega con una sola: “alemana Frankfurt, que es un viaje internacional”, asegura. Estas pistas servirán al lector para la ardua tarea de elegir entre las casi 30 variedades que ofrece el lugar.

Un dato no menor es que tomaron todas las recetas originales y perfeccionaron sus rellenos; les dieron un “nuevo toque Urbano”, con la idea de que el sabor se asemeje al nombre del producto y el cliente pueda vivir una “verdadera experiencia” en todos sus sentidos.
Nos cuentan que “hacemos pruebas de sabores permanentemente para ir incorporando nuevos productos”. Este proceso se da a partir de las recomendaciones de los clientes y también siguiendo las propias búsquedas de las chef y el resto del equipo.
Yendo ahora a platos de la carta que no sean empanadas, el equipo de Sabor Urbano también tiene recomendaciones para quien quiera conocer sus opciones por primera vez: Agustina se la juega por las ensaladas. Recién llegadas al menú, se despachan súper completas y variadas, con todo lo necesario para poder comerlas directamente. Daiana en cambio recomienda las pizzas que, con una masa casera que fermenta entre 24 y 72 horas, promete una crocancia inolvidable. Diego, por su parte, sugiere la hamburguesa Urbana: “casera, jugosa, generosa… y viene con todo”, asegura.

Vale la prueba, obviamente, probar el renovado Sabor Urbano. La variedad de opciones merece que volvamos más de una vez. En su perfil de instagram informan de promociones bancarias y propias, y atención: todos los jueves realizan un sorteo. El empuje del equipo, sumado a la tradición de una marca reconocida en la ciudad, auguran una experiencia que, seguramente, el lector querrá disfrutar y compartir.
Emprendedores
Cubanitos de la Bahía

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“La Fiesta del Cubanito le dio un nuevo impulso a la cultura cubanitera en Bahía”, afirma Juan Rodríguez a poco de empezar la entrevista, en relación al evento que, el pasado 12 de marzo, lo consagró como Cubanitero del Año.
Cuenta que primero el jurado le pidió cinco de los cubanitos tradicionales, que era una de las categorías en las que se había anotado. “Pero al rato vinieron a pedirme uno más, porque estaban con dudas… eso ya me llamó la atención”. “Luego presenté el de la categoría Innovación, que por el tamaño pensaron que era helado pero no, es puro dulce de leche”. Habla con orgullo de su cubanito innovador, que consiste en una oblea más grande de lo habitual bañada en chocolate, con almendras pegadas con dulce de leche y, nuevamente, todo bañado en chocolate. ¿El relleno? Puro dulce de leche. “Equivale a media docena de los tradicionales”, le dirá luego Juan a una clienta. Efectivamente, es contundente y se parece mucho más a un postre que a un cubanito para acompañar a un mate.

Luego, lo que se sabe: desde el escenario anunciaron los ganadores y Juan ganó el segundo puesto del cubanito tradicional (superado por Cubanitos La Loba), el primer premio en Cubanito Innovación y finalmente el premio mayor, Cubanitero del año. “Yo ni pude ir al escenario porque tenía una fila de gente que iba desde acá hasta allá”, dice señalando fácil unos 30 metros de largo. “Con cada premio la gente de la fila gritaba y aplaudía, y cuando ganamos el de Cubanitero del Año tuvo que venir mi señora a avisarme porque yo no lo había escuchado, un amigo fue a recibir el premio”, dice. La fila enloqueció en aplausos y ovaciones, y ahí es cuando Juan no pudo contenerse y se emocionó hasta las lágrimas por el logro.
El carro de Cubanitos de la Bahía está ubicado en Avenida Dasso y Ecuador, en el camino que une Villa Rosas con Ingeniero White. Justo ahí, en esa curva, Juan se instaló hace dos años cuando comenzó con el emprendimiento en Bahía. Su presencia en el barrio no es nueva: Juan es oriundo de esta zona, en donde trabajó durante muchos años como carnicero. Luego de unos años en el sur, volvió al pago y comenzó a construir el sueño de Cubanitos de la Bahía. “Acá todos me conocen, pero desde que gané en la fiesta, se acercó mucha gente nueva a probar los cubanitos”, dice. Abre todos los días a partir de las 16.00.

Habla Juan de lo importante que es el cubanito para la cultura gastronómica local. “Lo que pasa acá es único… he estado en ciudades en donde hay un carro o dos, pero acá algunos dicen que llegan a 140 carros vendiendo cubanitos, a razón de unos mil cubanitos por semana por carro”. Haciendo cálculos grandes, estima entonces que la mitad de los bahienses comemos cubanitos una vez por semana. “Es impresionante —suma otra clienta—, lo que pasa acá no se ve en ningún lado”.
Cuando conversamos con Juan sobre el futuro y los sueños, rápidamente menciona sabores nuevos de cubanitos que está diseñando para ofrecer al público. Saladas y dulces, las opciones proliferan en su mente creativa casi sin parar. “Pero mi sueño es el local”, concluye: “imagino un local en donde entrás y elegís: de dulce de leche, de crema pastelera, bañado, con mousse, salados… espero poder concretarlo pronto”. El premio otorgado por el Municipio seguramente impulse en este sentido.
El éxito de la Fiesta del Cubanito confirmó que Bahía merecía este evento. El cubanito, esa golosina (o postre o merienda) simple pero anclada en el corazón local, convocó a decenas de miles de vecinos en una tarde cuyo clima se obstinó en hacerla tambalear. No pudo: los bahienses salieron igual —pese a la humedad, el calor y la lluvia— a degustar uno de los grandes orgullos gastronómicos locales. Al salir, no solo volvieron a poner en primer plano al cubanito, sino que seguramente le han dado un gran impulso para que tanto Juan como otros de los muchos cubaniteros coterráneos se animen a seguir pensando vueltas creativas e innovadoras para este plato.
Pablo Curino
30 enero, 2021 at 11:24 am
Estuvimos anoche, nada que agregar al artículo que tan bien describe todo, solo desear que en estos tiempos tan difíciles pueda subsistir. Un restó a nivel de los mejores de Buenos Aires y en Sierra de la Ventana. Para no perderselo