Por Diego García.
Publicación: septiembre 27, 2022.

Tiempo de lectura: 6 minutos

El lector de elpancito sabrá que nos gustan los lugarcitos pequeños, los rincones que en medio de la ciudad sorprenden y ofrecen algo diferente para el público local. Hace algunos meses surgió, en Sarmiento casi casi Alem, Capitanes: una pequeña cafetería de especialidad dispuesta a recibir a quienes se han ido adentrando en el enorme universo cafetero que está viviendo un tiempo de expansión en Bahía. 

Tomás Ferro y Andrés Donari son quienes crearon Capitanes. Es una historia normal, somos dos amigos que nos gustaba el café y pusimos una cafetería, dice Tomás. Pero es bastante más que eso. Para ambos, Capitanes es el hobby. Los dos tienen sus respectivos trabajos fijos y el gusto por el café los hizo llegar hasta acá. Tomás cuenta que es marino mercante y en los barcos probé muchos buenos cafés de todo el mundo. Cuando vivíamos en Buenos Aires, con Andrés nos mensajeábamos cada vez que nos enterábamos de una cafetería nueva que inauguraba, para ir a probar. Hasta que, hace unos años, explotó de cafeterías en toda la ciudad y para nosotros fue genial.

Ya en Bahía, tomaba forma la idea de poner una cafetería. Un día, haciendo un curso, una persona me ofrece su máquina para tostar café. No estaba para nada en nuestros planes, pero luego de darle vueltas decidimos comprarla, dice. Entonces hoy Capitanes es tostadero y cafetería de especialidad. 

¿Qué significa “de especialidad”? Hay varios puntos, dice Tomás: en principio, la trazabilidad desde la cereza de café hasta que ese grano llega acá. Por otro lado, el puntaje. Hay una Speciality Coffee Association (SCA) que tiene profesionales que certifica el origen de los granos, cata el café tostado de esa finca y lo puntúa. Si el puntaje es superior a 80 (en una escala del 1 al 100), se considera café de especialidad. Lo interesante es que el consumidor está empezando a exigir esa información, dice Tomás y agrega: por eso nosotros en nuestros envases lo especificamos.

Hoy en Capitanes se pueden probar cerca de diez variedades de café, entre los full origen y las mezclas (blends) que el emprendimiento desarrolla. Los nombres son temáticos, como no podía ser de otra manera: Sudestada, Altamar y La marea, entre otros.

Ofrecemos todos los métodos de preparación que existen. Cada cliente que viene a Capitanes puede pedir el que quiera. Cada método tiene sus particularidades y exige su preparación. El método define, en primera instancia, el tamaño de la molienda. Tomás explica: el café expreso tiene un tiempo de preparación muy corto, no más de 30 segundos, a alta presión. Por eso necesitamos una molienda muy fina, para que en poco tiempo se extraiga el sabor. En cambio, la cafetera de émbolo enfusiona por cinco minutos al café. Entonces la molienda es más gruesa porque hay más tiempo y, en ese tiempo, se extraen muchas más notas de sabor del producto. Está bueno ir probando las distintas opciones

El buen café se puede tomar puro, sin ningún tipo de agregado, y tendrá un excelente sabor. Pasa como con la cerveza, compara Tomás: si te dicen que la tomes bien bien bien helada, es porque probablemente sea mala, impasable si le sentís el sabor. Si al café, para que puedas tomarlo, tenés que agregarle sabores, cremas, endulzarlo mucho, etc., probablemente no sea bueno. En cambio estos cafés podés tomarlos puros y estarán buenísimos.

Celebra, Tomás, que Bahía esté en una curva ascendente de cafeterías. Hay muy buena onda entre todos, nos conocemos casi todos y nos alegra que vayan surgiendo más opciones. Nosotros queremos que en la ciudad se tome buen café.

No lo dice, pero deja entrever que Capitanes planea crecer, abrir otros lugares, ampliar la propuesta. Sí nos cuenta que pronto habilitarán el lugar donde tienen el tostadero, en el barrio Bella Vista, para que la gente pueda también tomar café allí, hacer cursos y degustaciones. 

Los cafés de Capitanes hoy se pueden adquirir en el local y también en su tienda virtual. La experiencia en el local es distendida, amable, íntima. El patio es el gran protagonista, y el café se pide en un pequeño mostrador en donde el equipo está listo para asesorar y ofrecer la mejor opción. Para comer hay pocas y buenas opciones, tanto regulares como veganas. Queremos que el protagonista sea el café, dice Tomás, pero también entendemos que tiene que haber un acompañamiento, por lo que buscamos que sean de gran calidad. De Vaka y de CLA, entre otros, son los productos que se pueden consumir en Capitanes.


Tomás se muestra apasionado por su emprendimiento. Se percibe un hilo conductor en su relato, como si Capitanes hubiera condensado el recorrido profesional y personal de dos amigos que, siempre que pueden, se encuentran a compartir un buen café.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tal vez te interese

Por Diego García.
Publicación: noviembre 16, 2024.

Tiempo de lectura: 6 minutos

Bahía Blanca está viviendo un muy buen momento en propuestas de cenas por pasos. Una de las que más resuena en el mundillo gastronómico es La Casa de Atrás. Se trata de un espacio que abre sus cocinas dos veces por mes para que cocineros de la ciudad presenten una propuesta diferente y original, siempre acompañados de una buena propuesta de vinos.

“Nacemos de la mano de El Mundo de la Parrilla, que ha sido el negocio familiar de toda nuestra vida”, cuenta Agustín Amorosi quien, junto con Antonela Siracusa son los que crearon La Casa de Atrás. “A partir de estar hace tantos años en este ambiente, conocemos a muchos cocineros y también tenemos mucho contacto con bodegas que se suman a la propuesta”, agrega. Sus orígenes profesionales nada tienen que ver con la cocina: él ingeniero industrial y ella economista, fueron acercándose al mundo gastronómico por frecuentar los pasillos de la tradicional parrilla local, y por el propio gusto por comer y beber bien.

El plan original para este espacio era hacer oficinas para alquilar. Ese proyecto no parecía tener buen destino como negocio, por lo que La Casa fue convirtiéndose en una especie de anexo de El Mundo… “lo fuimos armando despacito, decorándolo, poniéndolo lindo”, recuerda Anto. “La primera idea fue ofrecer algo de pasta, que venga un chef un par de veces por mes y que armemos algo en torno a eso”, cuenta. La idea siguió evolucionando hasta llegar al concepto que tiene hoy: “buscamos generar un espacio en donde puedas venir 100% a disfrutar”, destaca Anto. “Las cenas por paso, para el comensal, tienen la ventaja de que no tenés que decidir nada. La propuesta ya está hecha y solamente tenés que venir a disfrutarlo”, suma. 

“Nos dimos cuenta de que en Bahía y la zona hay un montón de chef que son cracks, que hacen cosas muy buenas”, dice Agustín, “y eso nos impulsó”. Por el lado de los chef que ya han cocinado en La Casa, Agustín destaca que “les gusta porque pueden probar cosas distintas”. Algunos porque no tienen un restaurante, como Julián Álvarez (Pan de Garage), que realizó un evento exclusivamente sin TACC; otros porque desde este espacio pueden llegar a nuevos públicos, como Elcira Colombo (El Rancho), que tiene su restaurante en Argerich, o simplemente porque aún teniendo restaurante en Bahía, en este tipo de eventos se pueden probar cosas nuevas, para una cantidad de cubiertos acotada, que quizás son difíciles de incorporar en una carta cotidiana: “Julio (Allo, de la Taberna Baska) hizo una vez acá en el patio un show con ostras que fue espectacular”, dice Anto.. 

“Por el lado de los vinos, la propuesta que hay en El Mundo de la Parrilla no la tiene nadie más en Bahía”, asegura Agustín. Anto suma: “entonces, aprovechando ese vínculo de la parrilla con las bodegas, también pudimos sumar, a la propuesta de la casa, que cada cena esté acompañada por una buena propuesta de vinos”. 

Como sello de un emprendimiento familiar, la prueba piloto de La Casa de Atrás estuvo a cargo de Julio César Amorosi, el papá de Agustín y dueño de El Mundo de la Parrilla, y de Silvio Siracusa, el padre de Anto que se encargó de cocinar. “Fue muy familiar, muy chiquito, para ver cómo rebotaba”, recuerda Agustín. A partir de ahí, la historia es la que se puede recrear en las redes sociales de La Casa de Atrás: cada pocas semanas se anuncia un evento que, en apenas horas, se llena de comensales deseosos de vivir una nueva experiencia inolvidable. “Estamos mucho en los detalles, nos gusta que la gente se sienta bien recibida, cuidada”, mencionan, enfatizando el concepto de casa.

“Cada evento lo vamos armando junto con los chef, partiendo de la propuesta creativa de platos que nos hacen”, dice Agustín. En la misma línea, comenta que en ese trabajo en conjunto se aseguran que la carta vaya con la propuesta de La Casa de Atrás, con el paladar bahiense y también, obviamente, que esté dentro de los costos razonables. “Estamos teniendo una respuesta espectacular de la gente, el desafío es sostenerlo durante muchos años, como es la experiencia de El Mundo…”, dice. 

Ya hemos mencionado a algunos de los chef que protagonizaron las cenas en La Casa de Atrás. A esa lista podemos sumar nombres tales como Laura Labeyrie, Nuria Daher (Nunnie), Raulo Romagnolo y Osvaldo Carbajo (Biguá) y Seba Sureda (Liberté), entre otros. 

Además, recientemente hubo una suerte de edición doble de lujo, a cargo de Nitu Digilio, uno de los chef bahienses más influyentes de la actualidad. Nitu se formó en El Bulli (el imprescindible restaurante de Ferran Adriá que fue una bisagra gastronómica en el comienzo de este siglo), fue jefe de cocina de Café San Juan y ahora está a cargo de Peperina, en Traslasierra, Córdoba. El chef tres estrellas Michelin deslumbró a los comensales con dos noches que quedarán en el recuerdo de La Casa de Atrás.

La charla con Anto y Agus es amable y fluida, porque en el diálogo reflejan con sencillez el amor que tienen por este emprendimiento. Se nota que han creado un ambiente que quieren mucho, que los inspira y los mueve. De eso va, en definitiva, el mundo de la gastronomía. “Lo que más disfrutamos de La Casa de Atrás es generar un espacio de disfrute y placer en el que podamos plasmar nuestra pasión por la gastronomía y, especialmente, resaltar la calidad de los chef que tenemos en Bahía”, concluye Agustín.

La Nueva Manera y Molinera del Sur

Allí, en las afueras de aquella Bahía Blanca, ya se gestaban las instalaciones de lo que hoy son dos de los molinos más importantes de toda nuestra región: La Nueva Manera y Compañía Molinera del Sur. Como entidades hermanas dentro […]

Alfajorería

Alfajorería es un emprendimiento familiar llevado a cabo por dos hermanas, Melody y Ayelen. La idea surge de un viaje familiar hecho a Mendoza, donde descubrieron alfajores muy distintos de los comerciales. La vida siguió, pero la idea quedó. El […]

Chinchuleando

Si había un lugar en el planeta Tierra en donde podría haber surgido un verbo vinculado con lo más íntimo de la cultura parrillera, sin lugar a dudas ese lugar es Argentina. Chinchuleando. Las revistas de crucigramas no lo han […]
No hay más entradas para mostrar