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Se vino la segunda ola y, lamentablemente, el rubro gastronómico otra vez se ve afectado. Desde elpancito.ar te proponemos siete ideas que, como clientes, podemos llevar a cabo para bancar a los profesionales de este sector, que hace más de un año la viene remando con escarbadientes en dulce de leche.
1. Comprale a tu emprendedor amigo
Muchos gastronómicos se han vuelto —necesariamente— emprendedores. El local en el que trabajaban quizás cerró o redujo personal y este cocinero decidió ofrecer sus productos de forma personal. Si podés, bancalo. Comprale, no le manguees. Comprale seguido. Recomendalo en las redes. Dale ideas para promocionar sus productos. Hacele críticas que lo ayuden a crecer.
2. Andá a cafés, bares y restaurantes… o pedí delivery.
La inmensa mayoría de los locales están trabajando muy bien los protocolos. Y con protocolos no hay contagios. Andá, consumí, subí historias, ranqueá en Maps, pedile a elpancito.ar que le haga una nota.
Seguí las recomendaciones de los mozos y extremá los cuidados. No banques vivezas criollas: ya no tienen gracia.
Si no podés ir (o preferís no hacerlo), animate a probar las propuestas que tienen para delivery. Han trabajado mucho en analizar qué platos viajan bien, para poder recrear la experiencia del salón en casa.
3. Cená temprano
Una de las restricciones que más impacta es el horario de cierre. Culturalmente estamos acostumbrados a cenar muy tarde. Esto puede desalentar salidas, porque para medianoche todos debemos volver a casa. ¿Si probás algo distinto? ¿Si vas más temprano? Quién sabe, quizás hasta duermas mejor, dando más tiempo a la digestión.
4. Sobremesas breves
En la pandemia aprendimos una palabra: aforo. Es la cantidad de gente que puede haber en un lugar. En los locales de comida el aforo es muy bajo. Por lo que, si estás en uno, un lindo gesto es no hacer una sobremesa eterna, sino dar la posibilidad de que nuestro espacio pronto pueda ser ocupado por otros clientes.
5. Hacé café-office
Cambiar de lugar, para trabajar, siempre es una buena idea. Despierta la creatividad, renueva la energía, nos posiciona en otro lugar. ¡Qué bien le vendrá al café de tu barrio si un par de veces por semana te vas con la compu a trabajar o estudiar desde ahí!
6. Cuidate mucho
Ya está clarísimo que el secreto del cuidado está en la ventilación, la distancia, el tapaboca y la higiene. Tres dependen exclusivamente de vos. La primera, del local al que asistas. Pero podés recordarlo, con respeto. Si hay ventilación, el aire circula y el virus se va. Preferí vereda. Si estás adentro y está cerrado, pedí que abran.
7. Aportá ideas
Los gastronómicos estás exprimiéndose las neuronas para pensar nuevas ideas que permitan mover el negocio en este tiempo tan difícil. ¿Tenés alguna? ¡Sumala! Desde el respeto y el cuidado, seguramente encontrarás oídos listos para escucharte.
2 respuestas
Todo esto suma de verdad.
Gran sacada de sombrero con estilo!
Vamooo!